lunes, 20 de enero de 2020

Humano

No somos algo apartado de la naturaleza, más insistimos en borrar nuestra conexión y trazar una línea desesperada que nos separe de ella. En esa desesperación es cuando cometemos las atrocidades más grandes. Y así y todo seguimos negando nuestra esencia.
En el fondo, vamos creciendo y experimentando y se nos hace un largo tiempo de errores y ensayos. La verdad, es que no llevamos ningún largo tiempo. 
En esa nada continuamos intentando sobrevivir a costa del otro. El equilibrio es un arte que no se deja domar. Puesto que es salvaje y nosotros no queremos nada salvaje. Eso nos recuerda el pasado.
No quiero juzgar a quiénes siguen hablando de progreso pero ya lo hemos visto muchas veces, sólo están velando por ellos mismos y enaltecer su ego. Es que hablo de encontrar un equilibrio, algo que sea significativo y trascendental. Ponle un poco de poder a la balanza y observa cómo se repite la historia. Seguiremos en un círculo mientras se sigan negando y ocultando las faltas, los abusos, los genocidios, las corrupciones y tantos crímenes cometidos... disfrazados de progreso. 
Mentiras y convencimiento, avances mal hechos, avanzamos 1 paso y retrocedemos 10. Esto de adaptarse es un proceso muy lento.