miércoles, 28 de octubre de 2009

Conquista

El barco siempre esta lleno de gente. El capitán muere en una batalla y unos cuantos se tiran al agua. O se caen. En mi barco sobra espacio. Para todo lo que piense y para todo lo que encuentre. Para mi individualismo es suficiente. Y si alguien quiere pararse en el borde, bienvenido sea.
No tengo problemas con las visitas, aunque las maderas crujan y el viento sople de noche, estoy bien así. Las olas me quieren convencer, y otras solo me quieren guiar. Desde el puerto no se buscan tripulantes, a lo más un compañante. Y el tiempo en zarpar corre. Pero dura solo hasta que me alejo unos cuantos metros del muelle. Ahi el reloj se hunde. Y la ciudad bajo el mar. Si somos pocos, sobrevivimos solos. Y es por esa misma razon, la que nos impulsa de un lugar a otro. Buscando lo que se deja en el camino, lo que está oculto.
Los tesoros son otros.
En la punta más alta, el aire te afecta.
Siempre, mientras más alto, es la vista hacia el norte. La vista hacia el este y el oeste y despues seguir sur. Es el mismísimo suelo, y la mismísima altura, el cielo.
Cuando se llega a un lugar plano, es distinto. Buscamos siempre una idea que nos haga ver todo desde arriba, hasta que se hace parte de uno. Caminamos en las nubes, dormimos en la luna, corremos sobre las montañas y no nos importa lo que suceda abajo. Sabemos como es, sabemos la rutina, sabemos los problemas y las soluciones, la gente y las costumbres, la manera de pensar. Todo es predecible en sierto sentido, en cambio arriba las cosas son mas grandes, hay más espacio para uno, el espacio que uno se merece. Y claramente afecta. Los fuegos no los queremos ver.
Noto que hay un muro tambien, una tela densa, los tipos que viven subterráneo la hicieron con sus propias manos. No culpo, pero hace mucho tiempo eramos solo 1. Ahora estamos divididos, somos los de arriba, y los de abajo. Aveces me preocupa pensar que tanta cosa vive ayá, y no se ve nada. Todo nos lo ocultan... Solo nos queda confiar en todo lo que sabemos para olvidar y decir que todo lo que pasa abajo se soluciona abajo. Punto. No es nuestro problema. Y cuando en algun momento el aire te toca un poco más profundo, pienso que todo este espacio, sería lindo compartirlo con alguien. ¿Pero quién podría ser? No sería lo mismo compartir con alguien de mi mismo lado, no sería tan novedoso como me puedo imaginar yo. ¿Pero si no quién? He pasado muchos meses esperando. Es lo que callamos los habitantes cuando nos sentamos en el borde de una roca, en el filo y miramos hacia abajo. Es un silencio total. Nunca se habla del tema, por que en parte es una decision estar acá, y un privilegio. Solo se aprecia el manto abajo... estar tan aislados. Ver nuestros compañeros con la misma mirada, balancéando los pies como niños. La verdad duele un poco y, el aire. Saber que la gente no llega hasta acá...

sábado, 24 de octubre de 2009

Me leen los ojos

Yo habría pensado que no.
Y que sería imposible solo así. No, tengo que ser como un vidrio.
Me dicen que mi vida es demasiado anárquica, demasiado para poder vivir feliz.
Me dicen que soy demasiado idealista, que tengo que aterrizar.
Que los tiempos son así, que el mundo está hecho así y es un orden, como si no se pudiera deshacer, como si no se pudiera cambiar o desprender.
Quisiera vender o regalar este mismo lugar.
Siempre he escuchado a los más grandes limitar mi vida, poner paredes para que no me escape, me amarran al piso con una cuerda, y cuando vuelo no puedo doblar.
No aguanto escuchar, como si todo fuera una estructura... como si los caminos estuvieran hechos. Como si el tiempo existiera... como si todo estuviera obligado. No para mí no, no puedo. No puedo, no pueden entender que es algo innato, es mi naturaleza. No tengo tiempo para pensar en si me opongo o no, simplemente no me gusta esto. No me gusta y no es por que no me guste nada, es por que me gusta mucho. La vida así no me llena, no me encuentra completamente, hay gente que sale a la esquina y la vida los encuentra y los conquista, yo tengo que salir a conquistar, por que aquí en la ciudad no hay nada nuevo, nada que me llene de pasión. Salir a buscar la vida, salir de los techos de concreto y de tela. Honestamente, no sé que hacer con este problema.
Tan recurrente siempre, siempre en el mes, siempre en el año, siempre presente. No va a cambiar, tal vez mute en algo peor, en otra cosa si lo logro. Pero no me puedo desligar, si quisiera no lo lograría nunca, si me desligara de todo esto sería resignarme, conformarme con tan poco, o tirarme a un río. Si vine por mi propia voluntad, por mi fuerza como unos creen... si fue por que quise ser más fuerte que la muerte y la inexistencia. Fue para conocer, para revisar, para demostrar, para re-experimentar. Y lo que veo, lo que tal vez dejé, se ha convertido en otra cosa.
No sé que voy a hacer aún. Me imagino que es normal... pero tengo al menos dos teorías. Que pasa si en una tengo razón y no puedo controlar el amor, que pasa si no puedo vivir acompañada por nadie, sé muy bien que haré, lo sé. Pero lo estaré pensando lejos y darme cuenta de que siempre tuve razón aveces duele... cuando se trata de evadir tanto. De olvidar.
Es la pena que siempre está, la pena de mi alma que no puede salir a recorrer conmigo. Que se ahoga en esta rutina, en estos horarios inutiles e inservibles, en esta vida que dicen que recién empieza, que odia el maldito reloj y sus minutos, que odia los calendarios y los autos y las máquinas que no se callan en la mañana y en el día, que se acercan a lo grandioso como si fueran lo grandioso tambien. Mi sensibilidad esta rota, esta cortada. Perdí una gran parte no sé donde, no sé cuando. Hay un vacío entre medio, que se trata de complementar exageradamente con las otras, y cuesta, oh maldita sea que cuesta. La resignación no me gusta, los caminos hechos no me gustan, la ley no me gusta, Después me atraganto, todo lo bueno es muy rápido, muy dichoso, muy bello con lo tan feo que es la vida acá. Me gusta saber que al menos no soy la única, seremos contados con los dedos de las manos pero puedo saber quiénes algunos y confiar. Los pájaros cantan temprano, como si quisieran animarme todos los días, me dicen "vamos levántate" y yo me pregunto si son felices, si acaso no quisieran acompañarme en esta loca idea de irme. No quiero dinero, no lo quiero, NO lo necesito por la puta madre y tengo dos pies, dos piernas, tengo lo que la gente no tiene que son dos ojos que pueden ver mucho mas allá. Que mi espíritu me lleve lejos, a dónde quiera que sea, yo lo voy a seguir.

Mañana botaré parte de las disconformidad que llevo acumulándose, temprano cuando suba el cerro. Espero que se me haga eterno, espero que el barro me afirme y me haga sentir parte, espero que el cóndor me reconosca y me guíe a la cima, me grite "¡quédate, quédate!" y baje el sol y bajen todos y sea muy tarde y muy aburrido para bajar y entonces me quede.

viernes, 23 de octubre de 2009

Vencedora

de la muerte.
Un pequeño esfuerzo para continuar el desarrollo.
Zacudidas y dolor. Hay cosas que tienen sentido, otras coinciden.

Los de todas las horas del dia y de la noche; los de todos los años de la historia. Contenían cuantos la Tierra ha dejado atrás en su marcha, cuantos la acompañan hoy, cuantos vendrán a pegarse a ella en su rodar futuro. Los de los cuatro elementos. Los del éter. Los de la gestacioón de la vida en óvulo, los del parto y los del florecimiento, los de la plenitud, los que se elaboran carcomiendo el aire interior de los ataúdes. El verde del silencio, los verdes de los murmullos, el verde del estrépito. El de Dios, el de Satán. ¡Todos, todos! ¿para qué insistir más? su sola enumeración me llenaría de diez volúmenes y luego, si quisiera enumerar las relaciones de cada enumeracion verde con otra, cien volúmenes no me bastarian. Por lo demás ¿No es acaso bastante con la palabra "todos"?

Como que aparezcan, uno a uno los iré cogiendo por la garganta con mi izquierda y, con ese machete en la derecha, les revolveré las entrañas hasta su fallecimiento total, ¡total!, ¡total!, ¿ira? ¿Despecho? ¿Venganza? ¡Nada de eso!. Los moleré, les amasaré, les descuartizaré las entrañas para que expriman y expelan todos los rojos de sus sangres. Entonces, con esos rojos fabricaré cuantos falten aún en la creación, cuantos Dios tenga proyectado fabricar durante los días que quedan por venir, rojos de fuego, de rubí, de flores y de carnes, de menstruaciones y de heridas, de bochornos y de glorias ¡Todos los fabricaré con el vientre sanguinoliento y macerado de esos hombres, bermejo, granate, bermellón, escarlata, púrpura, carmín, coral, rosado, cardenal, cereza, granada, laca, encarnado, amaranto, tomate, alazán,ladrillo, salmón, ascua, chispa, fuego, cangrejos cocidos, lacres derretidos, hierros candentes, revoluciones, banderas, arterias y tripas !

A los burgueses con amor.

viernes, 2 de octubre de 2009

...pero sí, ponerle play.

Hola blog que te dejé con gusto amargo.
Vine a seguir con el desorden un rato, que bueno que mañana ya es viernes y siento que si cerrara los ojos, podría saber perfectamente en qué época del año estamos.
En unos meses más empiezo a sacar mi manta y a dormir al revez. Y a abrir las cortinas para que la luna me vigile con su maternal luz. Aunque estás tan lejos.
Como si fuera una broma, pienso.
No creo que todas mis peticiones te lleguen, muchas se pierden en el camino.
Igual ahora es cuando más viva me siento, más inquieta. No creo que me importe mucho.
También, llega la comida sana y las botellas cn agua. No soy una obsesionada como la mayoría por si eso paresco, no, juro que no es así.
Es algo asi como costumbre, llegan los aires finales y no puedo evitarlo, no puedo ni pensarlo.
Pero es un buen habito asi que no hago nada tampoco para fijarme y frenarlo.
Voy a ver si me puedo controlar un poco, por que me quitaron la venda y sé que significa.
El pastor abrió el corral, y tengo demasiadas ovejas que perseguir.
Solo espero no irme demasiado lejos, osea irme asi como así, como los viejos tiempos! debo recordar que mi compañero no es un lobo.
Le pondré un asterisco a eso.

¿Me podrías acompañar a bailar una noche como esta?...Baila conmigo y vas a ver a qué me refiero. Vamos a estar campo adentro, quizas demasiado adentro, o demasiado afuera. Demasiado lejos.
Y si está oscuro no te preocupes. Nunca lo está lo suficiente si te quedas cerca, confía en mi.
No te voy a comer, pero sí te diré que nadie se va a acercar tanto como yo.