jueves, 29 de abril de 2010

Seguir

Olvidar y recordar, dejar de entorpecer. Seguir, ni si quiera parar un rato a descansar. Cualquier ruido ayuda. No puedo esperar, el tiempo es oro. El tiempo es oro y me van a pillar. (Pero tengo un poco de pena)

miércoles, 28 de abril de 2010

Cero Comentarios

El camino al mar es angosto para dos. Ahora sé que un simple movimiento me puede hacer doler todo el cuerpo! Tengo que practicar. La sensación de encontrar algo grande al fondo de tu sopa. Tu crees que tus ojos no te reflejan, tu crees que tus ojos te esconden de todo. Estas una hora conmigo y no me dices nada, prefieres quedarte callada y expresarte con otra persona que está igual que tu. Te vas del partido, y cuando llegas a mi es en el peor momento y lo sabes, no te quiero mal educar. La gente mas inocente y delicada es la que hacen desaparecer. Hacen un intercambio con la muerte y se van del mapa. ¿Y Yo qué hago aquí? Estaré esperando a que me exilien cuando yo soy la que se exilia. Y luego me aplasten.

miércoles, 14 de abril de 2010

Una hora y media no más

Habíamos perdido todo de un segundo a otro. Todos los bolsos y nuestras cosas se quedaron atrás, incluso la ensalada con empanas que estábamos esperando que cocinaran y que tanto ansiabamos comer. Sé que algunos estaban tomados, y que había música fuerte. En verdad no estabamos celebrando nada.
Cuando sucedió aquello, lo único que podía pensar era en correr. Me sentía la líder del grupo. Todos estaban desesperados corriendo y tropezando con todo lo que podía haber en el suelo. Yo sentía que lo que estaba haciendo no era exactamente lo más correcto, pero yo quería salvar mi vida, y nadie iba a intentar detenerme.
Cuando miraba atrás no todos lo habían logrado; algunos cayeron en las manos de la autoridad que estaba a cargo de nosotros y otros simplemente se fueron con el agua. Yo corri con mi vida, no me importaba nada más, aun que recuerdo muy bien que pensaba en lo mucho que estábamos esperando esa comida con mi amiga, y en mi peluche de koala que estaría dejando en el olvido con un dolor corriendo atrás mío para desgarrarme el alma. Recordaba el camino que habíamos hecho, y sabía que tendríamos que cruzar un lago con un bote que salía cada tantos minutos. La fila que había en ese entonces parecía ser usual, no todos sabían lo que estaba sucediendo al sur asi que logré hacerme espacio como pude y acortar cabezas hasta que de pronto ya estaba en el bote con algunos amigos. No nos dijimos nada. Fue un momento en que estabamos en trance y las piernas nos tiritaban. Cuando llegamos a la otra orilla, seguí corriendo, y al parecer los otros también porque más adelante me rogaron que los esperara y que nos quedaramos en grupo a pasar la noche. Nunca me gustó trabajar en grupo, muchas veces las ideas difieren y se arman conflictos y otras veces retrasan y atrofian todo el objetivo. Si las personas fueran más fáciles de tratar lo entendería, pero no lo son. Y sus ritmos son muy distintos con el mío, asi que fue inevitable dudar la respuesta hasta que caí en la cuenta de que estabamos bastante lejos de donde había sucedido todo y que sería mejor descansar bajo un techo. La cabaña, no sé cómo nos la conseguimos. Sólo sé que estaba subiendo la escalera de madera y al fondo, ví a un gordo con una niña. Me miraban con la misma cara de sorpresa que yo. La pieza era compartida. Eso me gustó, nos hacía mantener sierto respeto y responsabilidad, un poco más de control entre nosotros. Extrañé mi peluche, pero no le dije a nadie. De pronto ví a una amiga que tenía en sus manos su celular, me acordé que el mio lo andaba trayendo en el bolsillo de la camisa. Trate de llamar a mi mamá. Pero no me contestaba, llamé a mi papá... pude hablar algunas pocas palabras con él, pero luego le corté. Llamé a mi pololo, era con la persona que quería hablar, pero como siempre pasa en esos momentos que más uno quiere, no lo logra. Me sentía en la guerra. Vicente estaba sentado en el piso apoyado en la cama, tampoco decía una palabra. Miré por la ventana unas tantas veces, se lograban ver algunas luces... había un cerro pequeño que nos separaba de la costa, y un poco de selva. No pude dormir esa noche, yo insistí en ir al Este, pero estabamos en el Oeste. "Es que no hay Este" me decían. Mentira, yo lo había visto con mis propios ojos, y estaba a punto en dirijirme en esa direccion, hasta que los días y las noches siguientes llegaron encima y nos confundieron. No sabíamos qué día era. Si había pasado otra catástrofe, si nuestros amigos estaban vivos. Cuando aquel incidente volvió a ocurrir, estabamos bajo otros techo, pero tenía altura. No sé si era el piso 5 u 8. Pero se me hizo eterno bajarlo. Sucedió que como todas las noches no podía alejarme de la ventana, era como una enfermedad, hasta que lo ví. Se me heló el corazon y la garganta, largué el grito de peligro y agarré a mi amiga que esperaba las empanadas conmigo, y salimos primero. Nunca corrimos tan rápido, estabamos agarradas del brazo o de la mano, las escaleras eran espirales infinitos, los saltabamos por escalones y no terminaban. Y de pronto escucho un rugir profundo que no venía de la boca de nosotros, es más, de ningún humano podía venir. Tampoco era de un animal, era más bien la liberación y la furia de la tierra. Fue espantoso, fue como una vacuna cuando el líquido lo sientes que avanza por todo tu cuerpo y no puedes detenerlo. Nosotras seguímos bajando corriendo, nadie nos seguía. Pero era evidente lo que se venía, era evidente que lo que iba a pasarya nos había pasado antes. Y si estuviera hoy en el Este... aseguro que no dormiría.

miércoles, 7 de abril de 2010

Amarillo polvoriento

Anoche pensaba que era el brillo de tus ojos pero hoy me doy cuenta de que no era eso lo que miraba cuando trataba de quedarme dormida. Hoy voy a revivir el momento y tratar de acortarlo, porque mientras más rápido pase mejor. No quiero que la mañana se demore el doble del recorrido que hacen los dos siglos en llegar al hoy, porque ha sido mucho tiempo en esta semana. El findesemana es un espejismo en medio del desierto, que solo dura un pestañeo y un paso. Y lo único real es el oasis que sigue conmigo a unos metros y que de vez en cuando se cruza con mis patas y mi cola. Extraño el viento que se tome la molestia de pasar por sobre mi pelaje, extraño las ramas que encontraba en el camino y los huesos semi escondidos bajo la arena. Ya no queda ni carne ni pudrición, si no que puros murmullos molestos a lo lejos y los espejismos que veo cada tantos días.
Me gustaría haber nacido muda. Ah, es que no me gustó nunca ser persona.

martes, 6 de abril de 2010

Alimentar

Cuando todo debería ser, nada es si no todo lo contrario. Y siempre pasa. Como que me respondan con una cara de "qué estás diciendo". Porque se me olvida que no entienden mi idioma, y parece que ni si quiera mis intenciones! Después logran darse cuenta cuando ya es tarde y el amarillo entra en la sala. Un día más es un día menos, y no hay nada que pueda hacer para que pase, más que vivirlo. Te extrañaba porque contigo puedo conversar sin que me pongas caras feas, porque siento que te conectas conmigo y me entiendes aunque te hable o me quede callada, gracias amiga porque en estos días te he necesitado. Y si no hubieran paredes, yo no las construiría. Ojalá todo fuese a un fin común, y que todo volviera a ser como antes. Si no quieren retroceder no importa, avancemos y lleguemos a un nuevo principio donde todo sea mas amplio, que yo me quiero estirar y no puedo. No creo que sea la única. (Aunque tampoco me sorprendería) ...porque derribar paredes cuando tienes tantas cosas por hacer con una mente como esta, no se puede así tan fácil como se cree. Loba a la obra.

jueves, 1 de abril de 2010

Querida Guitarra

Si me dicen que se sienten vacíos yo les pregunto qué les han quitado. Si yo me pregunto que por qué no sigo yo me respondo que no quiero seguir siendo yo. Si yo me digo que dé un gran paso atrás yo me quedo quieta porque no quiero desilusión ni que me duela. Si yo me digo que me calme, el aire me demuestra lo contrario. Si yo me pregunto si soy exigente, me respondo que no pido nada nuevo que no me hayas dado. Yo me pregunto si el gráfico sigue normal, pero no sé que responder.