En mantención

Ella no va de prisa por que no encuentra una buena razón todavía.
Tiene una pequeña casita arriba en la montaña, está un poco aislada... o quizás un poco mucho.
Pero no es un problema.
Cuando faltaba agua, solía bajar hasta llegar a una quebrada bonita que le entregaba agua pura. Y cuando hacía frío, recolectaba la madera que dejaban caer los viejos árboles.
En el día no hacía mucho, por que todo lo que quedaba por hacer tenía que durar.
Las visitas importantes no son constantes.
Los conocidos vienen y van, pajaritos y amigos zorros.
¿Alguna novedad? Nunca pasaba nada nuevo dentro de las mismas novedades.
En el crudo invierno, la casita se llenaba de nieve, y la montaña se camuflaba con el blanco cielo.
Siempre estaba vestida de blanco, o de café.
Nada muy llamativo, prefería mantener el misterio vivo.
Algunas tantas noches pensó en la posibilidad de que alguien tocara la puerta.
¿Cómo sería? ¿Por qué vendría? ¿Sería un error? ¿Sería una mala noticia?
Nunca realmente pasó.
La casa estaba demasiado aislada, y nadie la conocía, a nadie le importaba lo suficiente como para llegar hasta ayá arriba.
Quizás algunos trataron, pero se perdieron en el camino.
Eso pensaba ella para no sentirse tan mal.
Aunque nunca se sintió tan mal, estaba acostumbrada.
Dicen que no la vieron llorar nunca.
Todo lo que se podía saber de ella es que era una mujer libre y sencilla, fácil de hacer reir. No necesitaba mucho... es lo que pasaba afuera de su casa, al menos.
Todo lo que no se supo de ella, se supuso por que en un día como hoy no salió de casa.
Y al día siguiente tampoco.
Fue un pájarito que se asomó por la ventana y leyó una carta que partía así:

"El sí va de prisa. Sin embargo no sabe la razón todavía. Tiene una pequeña casita arriba en la montaña, está un poco aislada... o quizás un poco mucho. Pero no es un problema, por que nada era imposible para aquella mente tan decidida.
Cuando faltaba agua, solía bajar hasta llegar a una quebrada bonita que le entregaba agua pura. Y cuando hacía frío, recolectaba la madera que dejaban caer los viejos árboles..."