Es curioso como a veces calzan tanto los días y los numeros en mis vueltas y visitas. Los barcos se van. Es domingo y puedo ver clarito las montañas, motores del clima gracias. Voy a pensar que cambié de piedra y ahora me estoy acomodando. Pasa el invierno y yo me digo, es tiempo de dejar de dormir y comer tanto. Pero he despertado muy bien. Estoy tranquila, lista para recibir una bocanada de aire limpio y despegar con una sonrisa en la cara. (Con la mirada perdida y dirección cualquiera)
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