lunes, 12 de agosto de 2019

Autodestrucción

Se me había olvidado que se podía llorar tanto.
Contracciones emocionales en la guata.
Una lucha de ideas y sentimientos en un vaso de agua.
Hoy imagino mejor chocar y morir.

Pero es muy egoísta.

Estamos desesperados.
Cada uno a su forma.
Tu tomas múltiples, ya creo que entraste en todas.
Facetas dulces, facetas duras.
Facetas hirientes, facetas comprensivas.
Y yo siempre igual.

¿Será por eso?

Por dentro sí, claro.
Por fuera no me gusta hacer daño.
Mucho menos a quién me quiere.
Aunque de paso igual lo hago.

Esta es la vida.
A veces la quiero, a veces la amo.
A veces duele tanto.

No quiero llorar más.
No quiero herir más.
No quiero amar más.
No quiero llorar más.

Pero es bueno sentir...

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