Se me había olvidado que se podía llorar tanto.
Contracciones emocionales en la guata.
Una lucha de ideas y sentimientos en un vaso de agua.
Hoy imagino mejor chocar y morir.
Pero es muy egoísta.
Estamos desesperados.
Cada uno a su forma.
Tu tomas múltiples, ya creo que entraste en todas.
Facetas dulces, facetas duras.
Facetas hirientes, facetas comprensivas.
Y yo siempre igual.
¿Será por eso?
Por dentro sí, claro.
Por fuera no me gusta hacer daño.
Mucho menos a quién me quiere.
Aunque de paso igual lo hago.
Esta es la vida.
A veces la quiero, a veces la amo.
A veces duele tanto.
No quiero llorar más.
No quiero herir más.
No quiero amar más.
No quiero llorar más.
Pero es bueno sentir...
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