viernes, 10 de junio de 2011

No parece verdad

Hoy llegué a un pueblo muerto. Acompañé al único residente. Me mostró el lugar arriba de su caballo. Recorrimos calles antiguas y polvorientas. Subimos muy alto y vi la pobreza.
Esta parada ha sido bastante café, pero el residente quizo teñirmela de azul celeste.
Anoche dormí a un lado del camino. Mi compañero Lobo no ha querido hablar. (Yo tampoco) El lugar me ha dado ganas de meditar... me gustaría quedarme a pasar la noche aquí en el pueblo pero no sería correcto. Volveré a la carretera, buscaré algo de luz y me quedaré relativamente cerca del camino. Y que tenga buena vista. No creo que haya sido casualidad.

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