jueves, 17 de diciembre de 2009

Demasiada importancia


Me acuerdo cuando nevó en mi patio. Aveces escucho el mismo ruido que hacian las bolitas cuando caían en las luces pero sé que es cualquier cosa menos nieve entonces no miro.
Fue la primera vez. Fue tan mágico... inolvidable. Fueron los primeros días de mi trisquel y el invierno más solitario de mi vida (no me quejo) lo pasé bien conmigo y además tuve que pensar en muchas cosas. Sé sobrevivir, no se me puede olvidar y menos ahora. El fuego alumbra, inmediatamente. Debe.
Nada ha llegado. El fin es eterno para mi, es un solo segundo nomás. Que rico el aire que entra por la ventana. Cuando sentí el ruido, me paré de la cama. No estaba durmiendo... no podía. Rebozante.

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