Al fín.

Ahora si estoy lista.
Para todo lo que Yo quiero.
Hoy jerarquizo.
He sentido olor a cigarro varias veces en el día, mi pregunto si soy yo, si es mi mente, si son ellos, si eres tú.
Rápida miro por la ventana pero no...
No es el vecino.
Ya va casi una semana sin verlo.
No es mi mente, lo huelo. Será una invitación?
Siento esto familiar...
Me recuerdan momentos con *inserte nombre aquí* cuando conversábamos de esto mil veces, cuando me quedaba en su casa... y apenas podíamos dormir.
Sentíamos mucho...
Es algo que de verdad me da pena ahora, siento mucha nostalgia... Yo creo que para su cumpleaños se lo voy a expresar.
Sí.
Fuí una mierda, me porté demasiado mal...
Ahora pago las consecuencias por que deverdad te extraño, te necesito, necesito hablar de esto y eso contigo, salir a correr más, ir a tu casa...
No es primera vez que me pasa, me estoy dando cuenta recién que son casos muy similares.
Y se siente peor.
Siempre es peor.
Perdónenme...siempre supe que habia una bestia dentro de mi, no advertí...
Ya no puedo hacer nada, saber vivir con estas pérdidas y pensar que no soy la única...
Me pregunto si me extrañas, si sientes la espiritualidad entre medio...
Oh no, no quiero llorar.
Ahora me carga.
Nada más patético que leer los escritos de un mounstro, escucharlo llorar, y quejarse por la vida que escogío llevar...
Sigo pidiendo perdón, y el tiempo que desperdicié no me lo traerá nadie, no me lo traerás tú. Es demasiado pedir.
Soy muy mala en relaciones, o soy muy mala, o soy muy exigente y ostigo.
Lo peor es que no lo demuestro y el ostigamiento me lo voy guardando, hasta que se transforma de a poco como una flor sin cariño, se vuelve todo negro y amargo; todo colapsante.
Por eso prefiero lo alejado, por eso ansio con irme al sur de nuevo.
Confío plenamente en mi naturaleza, sé que no me voy a defraudar y todo el cariño que necesite lo encontraré mirando subidas y bajadas.
Quizás necesito más movimiento aún, si no me quieres acompañar no vengas...
Odio las promesas, por que sólo confío en las mías y si se van a ir con el agua no me gusta que sea sin mi voluntad...
Me duele también que no me prometas.
Y ahora no lo puedo evitar y me pongo a llorar como una imbécil.
Prefiero tener poco, para aprovechar lo demás.
Tu conoces muchas personas, tantas que sería más fácil reemplazarme.
No digas que no es así, por que lo es.
No soy una persona especial como ...*inserte nombre aquí*, no tengo esa sonrisa agradable, ni esa mirada humilde. Mi cara es de desprecio. Y no hay nada que pueda hacer con ella.
No soy entretenida, no se expresar ideas ni pensamientos... y eso me transforma en nadie.
O en muy poca cosa.
Para toda esa gama de personalidades que llevas al lado...
Perdóname tú también, por no ser quizás como ellas otras.
Desde ahora me alejaré un poco...veré que tanto soy en tu mundo.
Y aunque me duela el alma, es lo que suelo hacer, y lo he estado haciendo desde hace unos días otra vez.
Ahora es muy tarde, no me preocupa la prueba de mañana, sé que tengo que estudiar y que estaré muerta de sueño.
Pero qué me importa, ahora no soy mucho y tampoco me pienso como en alguien a futuro, maldigo esta época, este siglo.
No tengo mucho, por que tendré que renunciar en algún momento... No quiero correr de nuevo por las mismas calles. No quiero lamerme mis heridas. No tengo mucho por que quiero contemplar lo demás.
No tengo mucho por que no sé cómo, y además renunciarían a mi...
Quisiera volver de espaldas a la cama, mirar la pared ida y pensar que estoy sumergida en un lago escondido, calmo y turquesa. Jugar al muerto y saber que al despertar, no tendré que esforzarme para conseguir algo que no sé.
Cuando estudie ahora, me vendrán mil ideas a la cabeza y querré escribirlas todas...
Me voy a deprimir.
Y te daría todo, todo para que te quedarás. Yo renuncio para evitar el golpe después... sabes que vuelvo. Pero dejo pasar tiempo...
Sabes que te lo daría todo... todo, incluso lo que ya te he dado las veces que tu quieras.
Pero que te quedes...
Prefiero ser todo lo que soy, que ser egoísta...y es por eso.
Me duele muchísimo el pié, quizás es la señal invernal que me llama a quedarme un rato, o la alarma de seguir más rápido.


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