viernes, 26 de marzo de 2010

Aprender

Que el amor no puede desviarme si no guiarme. La rabia, la pena, el cariño, los sentimientos encontrados, la descepción, la ilusión, y la asquerosa frustración que he sentido esta horrible semana iba a explotar si o sí hoy día. Pero no quise tener que llorar como otras veces, decidí que si toda esa mierda debía de salir por mi propia cuenta, que mejor saliera con mi esfuerzo que sé que me haría sentir mejor que haberlo sacado todo escribiendo o llorando o tragándolo. Correr en estos momentos es lo mejor que puedo hacer, siempre he dicho que en mis peores momentos me nace una fuerza que me obliga a correr. Y esta vez corri 7 km. Lo encuentro imposible. Pero sin embargo, lo logré y podría decirse que es por mi fuerza y mi voluntad. Por toda la mierda guardada, que ya no me gusta fingir y hacer que todo está bien. Tal vez las cosas sigan igual, tal vez mejoren o empeoren, pero me siento hoy mucho más libre y vacía de penas, porque mi felicidad y mi satisfacción conmigo misma es más grande, y siento que valgo la pena, y siento que soy increíble y que lo puedo todo, y que si alguien no va a dignarse a luchar por alguien como yo, que pues entonces se retire ahora mismo, y en vez de luchar que robe o haga lo que sale más fácil. Yo no soy de esas personas, la gente debe esforzárse por lo que quiere, porque todo es difícil y quiero ver el sudor en cada persona, demostrando que es fuerte, que ama y que tiene una pasión por algo, sea lo que sea, que no toma el camino más corto.

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