martes, 23 de marzo de 2010

Compañía

Partió Marzo y la relación con mi Guata. Ahora todas las mañanas me habla, y me acompaña en los momentos más difíciles. Estoy segura que el terremoto la espantó y ahora se siente protegida por mí... es rico saber que cuento con alguien todas las horas del día, que alguien me necesita y no se contiene las palabras a pesar de que hable otra lengua.
Hoy aprendí que en los momentos más tensos es mejor sacarse el reloj. Tu vienes y me sorprendes porque no vienes solo, y me acuerdo que es de lo más normal que no me avises. Tengo la sensación como la de Augusten Burroughs cuando siente en el aire la crisis de su madre. Me pasa pero es 100% personal, ahora va a ser conmigo y es porque cada cierto tiempo se le acumula la rabia de que yo no le cuente las cosas o sea un poco indiferente. Y si no es eso, algo va a ser. A lo mejor debería de no preocuparme contigo, a lo mejor debería de confíar y decirme es solo una época y unos meses y después nos pondremos al día y todo volverá a ser mejor, pero no sé si eso pueda ser porque no sé si este tiempo nos va a ir desgastando y separandonos más. Ya no me escribes seguido, ni si quiera me dejas tarjetitas tiernas, tengo que alejarme para que vuelvas y hacer como si así fuera una relación normal, que de hecho, suelen ser las más actuales. Pero creo que así no somos nosotros y estoy segura que ni si quiera te has dado cuenta por que los hombres no piensan estas cosas y solo viven, o al menos tienes muchas otras cosas de qué pensar y esta muy bien. Y seguramente yo estoy preocupandome demasiado...
Ya no me acuerdo si siempre fuiste así, y creo que es la duda que he llevado todo este tiempo.

Ahora ya sé por donde te comunicas conmigo, mis oídos están preocupados por el equilibrio y los temblores, asi que decides irte a mi estómago, y ahora entiendo todo, me dices que sea más paciente y que deje de ser una loba mañosa por las noches, voy a tratar de hacerte caso y de reecompensa nos acostaremos un poco más temprano.

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