No sé ah, pero ahora haré una excepción, jajajaja.
Ahhhh, que gustazo esto de la vida, cómo me gusta que las cosas mejoren y me recuerden que siempre todo se pondrá bien.
Me siento, como si estuviera en tunquén. Me acuerdo cuando bajaba el sol salíamos a andar en moto, y pasabamos por esa parte alta donde aún se alcanzaba a ver la playa, y el horizonte... y yo decía... "¡Miren el destino!"
Que recuerdos!
Quiero volver.
Y algo tiene esa playa que me fascina, será que es "privada" y que es muy grande. El agua es tan helada pero me gusta, es que serán tantas idas, tantos momentos allá, tantas risas, sustos, y todas las puestas de sol que vimos y que tuvimos que fotografiar...
:) Quiero jugar con las olas, para después llegar descalza a la casa, bañarme y tomar once con la chimenea prendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario