sábado, 24 de enero de 2009

Hasta el demonio es bienvenido.

Tengo un reloj nuevo y trae una luz arriba.
Es pequeñísima pero alumbra más que la que tengo en la pared.
Este reloj no quiere contar las horas, ni los minutos.
Sólo cuenta los segundos.
Puede ser que el tiempo ya no me interesa, las horas ¿para qué? Siempre son las mismas.
Mejor me hago una idea mirando el cielo.
Estoy escuchando todas las canciones con 5 estrellas, las clasificadas por mí.
Wow, tantas canciones lindas.
Song for sunshine... y ahora Cold Mountain de Catherine Feeny.
Que linda es la música, que lindo es todo.
No sé si ando enamorada de todo por que el color de mi pieza es mi favorito, o porque estoy enamorada simplemente.
"Oh the stars, beloved and bright. Still the darkness...still the darkness.
Lasts all night. And the wind sings a comforting song. Why is taking so long?"
Canción triste, que no entristece mi corazón. Puede que lo rodee con esa sutíl nostalgia pero nada más.
Quiero irme pal sur.
Pero contigo, o sola.
Y bien al sur.

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